¡Hola a todos! Este sábado entregué una tarta que me gustóp muchísimo hacer. Me encargaron una tarta para el cumpleaños de Vicent, al cual le encanta la fotografía, a la que dedica bastante tiempo. Así que pedí una foto suya y pregunté qué marca de cámara tenía. Su mujer Pilar, quien me encargó la tarta, quería que fuese una tarta que sorprendiese, así que me puse manos a la obra.
Retoqué un poco la fotografía que me envió Pilar y la llevé a imprimir en una oblea y con tinta comestible. Le monté un marco con fondant. La tarta era para 25 personas y la hice de bizcocho de calabaza, bizcocho de chocolate y rellena con crema de queso. Modelé la tarta... ¡con la forma de la cámara! El objetivo era el piso de arriba de la tarta, y la tarta de abajo, el cuerpo de la cámara.
El caso es que forré con fondant negro primero el objetivo y le hice los detalles, y después el cuerpo de la cámara. Le hice los detalles con fondant y con pintura comestible. La verdad es que quedó una señora cámara.
Cuando la vieron (tanto ella como él, porque ella tampoco sabía qué iba a hacer exactamente) se quedaron impactados. Él se emocionó, porque como todo esto, a quien más llega es a quien lo recibe, por eso son personalizadas ja ja. Estuvo un montón de rato mirando los detalles, botones, las solapas para la batería, el puerto usb, etc. Les encantó, y esa es la reacción que a mí me llena para seguir haciendo este tipo de tartas. Me dijeron que estaba muy rica, así que todo salió redondo ja ja.
Felicidades Vicent.
Un besito y ¡que disfrutéis de la tarta!
Retoqué un poco la fotografía que me envió Pilar y la llevé a imprimir en una oblea y con tinta comestible. Le monté un marco con fondant. La tarta era para 25 personas y la hice de bizcocho de calabaza, bizcocho de chocolate y rellena con crema de queso. Modelé la tarta... ¡con la forma de la cámara! El objetivo era el piso de arriba de la tarta, y la tarta de abajo, el cuerpo de la cámara.
El caso es que forré con fondant negro primero el objetivo y le hice los detalles, y después el cuerpo de la cámara. Le hice los detalles con fondant y con pintura comestible. La verdad es que quedó una señora cámara.
Cuando la vieron (tanto ella como él, porque ella tampoco sabía qué iba a hacer exactamente) se quedaron impactados. Él se emocionó, porque como todo esto, a quien más llega es a quien lo recibe, por eso son personalizadas ja ja. Estuvo un montón de rato mirando los detalles, botones, las solapas para la batería, el puerto usb, etc. Les encantó, y esa es la reacción que a mí me llena para seguir haciendo este tipo de tartas. Me dijeron que estaba muy rica, así que todo salió redondo ja ja.
Felicidades Vicent.
Un besito y ¡que disfrutéis de la tarta!












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